Mendizabal (Astigarraga): May 11, 2011

Asistentes: Edu y Nesss

Previo

Primero quedamos en la facul tras estar Edu en un tribunal incluyendo la comilonga en el (Hotel) Palacio de Ayete. De alli bus a Hernani. Tras preparar el pertrecho en el refugio, salimos a las 19:30 atomar algún kalimotxo y a por un cajero 4B. Y conseguimos ambas cosas, pardiez! Momentos de tensión cuando la camarera de cierto bar se agachaba a coger las cocacolas o el vino blanco; ¿¿¿pero no habían inventado los sujetadores que sujetaban??? El tipo de la esquina de la barra casi se convierte en estatua de sal por mirar hacia Gomorra. A punto estuvimos de pedir kalimotxo con cocacola y vino blanco hasta que se acabaran ambos; y justo cuando nos fuimos se quitaba el jersey, lo que faltaba... Más tarde, en otro bar, el comentarista del Real Sociedad-Zaragoza grita "Golgolgolgolgooooool!!!" antes incluso de que chutaran el pase que tras un remate acabaría en gol de la Real (aunque luego lo anularon). Se desata una discusión acerca de si potear en Hernani o Astigarraga debido a la supuesta ubicación de la sidrería en los mapas mentales de ambos contendientes (servilleta usada para dibujar inclusive). Se resuelve decidiendo que por razones logísticas de transporte (habrá más taxis en Hernani que en Astigarraga) nos mantendríamos en Hernani. Nueva discusión acerca de si Zelaia era de Hernani (Nesss) o de Astigarraga (Edu) al estar superfronteriza; al final Edu mediocede. Y así siguieron los tragos en Hernani que nos entonaron un poco demasiado.

Pese a la lógica de la decisión sobre los taxis, si a las 20:00 había cuatro en la parada, cuando fuimos a las 20:30 no había ninguno. Esperamos 5 minutos discutiendo si ir a Astigarraga o no. Cuando expiraba el plazo que nos dimos para hacer ese cambio, llegó uno y lo tomamos para subir a Mendizabal. Muy simpático el taxista, diciéndonos que la marcha era los sábados en temporada, a lo que Edu respondió rápidamente que ni hablar, que preferíamos estar solos que ciertas compañías.

Sidrería

Algo recordábamos de cuando echamos un trago allí en el Txotx Berri de 2002. Esperábamos ser los únicos en ir a cenar y así opinaba también la sidrera (éramos los únicos con reserva). Eso sí, todas las mesas estaban puestas de manera impoluta, por si venían hordas de clientes. En un principio se nos ubica en la esquina más alejada de las kupelas, pero en cuanto vio que tomamos una ronda de unos 4 txotxes seguidos en sendas barricas, nos ofrece ponernos en la mesa más cercana de las escaleras de acceso a la zona de beber desde la de comer (sería para que andaramos menos). Lo aceptamos con gusto, manteniendo las chamarras colgadas en su ubicación inicial. El comedor con demasiada pinta de restaurante para nuestro gusto, TV encendida incluída (donde escuchamos que un terremoto ha castigado Lorca, provocando nueve muertos), aunque la zona de las kupelas se ve ya más aneja, con surcos de regueros de sidra y todo (¿¿¿cuántos litros de sidra serán necesarios para hacer surcos con esa profundidad???). Cinco kupelas abiertas, la 7, 8 (sidra regular...), y 13 (metálica), que eran las que nos dijo la camarera, pero también le dimos a la 10 (cuya sidra olía mal pero sabía bien) y a la 11 sólo una vez ya que sabía aún peor de lo que olía!! ambas dos claramente muy poco llenas por la poca presión.

Al poco llegan dos tipos con casco de moto que venían a cenar de improvisada, si había sitio (vaya si lo había!!!). Los ubican en la esquina cercana a los baños, lo que aprovechan para ir a la vez, no sabemos si al mismo o no, ya que tanto el de mozos como el de mozas eran unipersonales. Sólo bebían de las kupelas 7 y 8. No nos integramos con ellos ni ellos con nosotros, y lo que comieron no ayudó mucho a ello: ensalada mixta para empezar, luego gambas o langostinos con mayonesa y una botella de agua de litro, y el plato principal que no quisimos saber ya en qué consistía. Aunque llegaron más tarde que nosotros y se fueron mucho antes al comprobar que no vendían tabaco. Sin comentarios.

Respecto a la comida, una tortilla de bakalao muy escasa, plana (tipo tortilla francesa normal) y muy hecha, dos tajadas de bakalao bien acompañadas de pimientos pero demasiado hechas, un txuletón que no estaba mal aunque ni comparación con los de otras sidrerías (mucha grasa complicada de partir, acompañado de patatas fritas y ensalada de letxuga y cebolla bañadas en vinagre), de postre 6 triángulos de queso y membrillo atravesados por sendos palillos y una bolsa de plástico con un puñado de las nueces más pequeñas, nerviosas e insulsas que recordamos. Menos mal que el precio fue adecuado, 56,01€ (dos menús de sidrería y dos raciones de pan de a 0,50€+IVA cada, tiene cojones cobrar el pan por separado). Conclusión final, fue más o menos lo que nos esperábamos para ser fuera de temporada (y esperábamos poco), y al menos el precio no fue excesivo... aunque nos costará volver.

Mientras Edu arregla cuentas con Roca, Nesss pagó del bote, pidió un taxi para Hernani y andaba esperando cuando a las 22:30 se asoma una cabeza por la puerta y le pregunta si podrían cenar a pesar de la hora que era. Nesss le contesta que se lo pregunte a la jefa ("Es que como no había visto coches fuera, pensaba que eras el sidrero", a lo que Nesss responde que usábamos taxis). La camarera aparece enseguida y les dice que estaban a punto de cerrar aunque les acogen y les dicen que se sienten en la dichosa mesa de la esquina junto a nuestras chamarras. Nesss se ofrece a quitarles las chamarras a la rubia y al apaspanado, que se sientan en mesas diferentes, flipa. En ese momento el chico recuerda que les han dicho "la de la esquina" y se sienta con la rubia. Dios da pan a quien no tiene dientes...

Cuando llega el taxi nos damos cuenta que hemos batido el record a la estancia más corta en una sidrería: hora y media (no recordábamos estar tan poco rato en nuestra vida). Fuera llueve que se mata y bajamos en taxi bajo la tormenta de rayos y centellas. Hay que indicar que tanto a la ida como a la vuelta los taxistas nos hicieron precios populares redondeando a la baja (perdonando los céntimos).

Entramos al Caserío, en donde nos dicen nada más vernos que nuestro amigo rubio y de ojos azules había estado hacía una hora, tras dejar a su chica. Pese a que Edu había bajado diligentemente las nueces para cumplir con el rito de 2011 de alimentar a la camarera del Caserío, esta vez no pudo ser, ya que no estaba y sí su hermano. Después, cayeron más kalimotxos. En el Aralar tras el final de las partidas de mus del campeonato. En el Txili, en donde Edu hace dúo a estornudos con el candidato a alcalde de cierta agrupación electoral de reciente formación. En el Kixkal, en donde hablan con la camarera vizcaína acerca de la prohibición que tiene de poner el hitmo del Athletic desde que la Real ha vuelto a primera. Por cierto, que Edu acertó con el resultado del partido del Osasuna antes de que acabase, y eso que empezó perdiendo 0-2 con el Sevilla para acabar 3-2, les hicieron una buena zaragozana!! También estuvimos en la Bodeguilla. Las llamadas por teléfono de Edu a Sonia cada vez que pasaban por Plaza Berri son también reseñables. No intentaron volver a cierto bar por si la camarera seguía sin el jersey...

La recena en casa de Nestor consiste en lonchas de lomo, fuet, queso y prueban a hacer caso de La Piara en 2/3 de las tostas de paté picante y las preparan mezclándolo con mayonesa. Ríanse de las guarrindongadas que mandamos a David de Jorge y que el viernes anterior provocaron que acabase el programa sin habla, llamándonos cabrones, y con una cara de totalmente perjudicado al probar la tortilla de pantera rosa!!! Y hay que reconocer que los de La Piara tampoco estaban tontos pues el paté picante con mayonesa mezclada la verdad es que mejora. Sobre todo acompañado de lomo, fuet y queso. Por supuesto, acaban regándolo con un kalimotxo con pepsicola y Torrealdea crianza, sin hielos, que pega más. Bufffff, acabamos un tanto perjudicados, ¿cuantos kalimotxos llevamos además de la sidra?

Epílogo

Al día siguiente Nesss cumple con las urgencias laborales, y de vuelta lleva a conocer a Edu la feria de los jueves en Hernani y bares alternativos a los que le lleva los fines de semana. El pintxo de lengua en el Zinko-Enea maravilla a Edu, que a las 15:00 parte hacia Donosti para regresar a Zaragoza, bien servido de zuritos con gas y txakolises.